• Evitar respirar los vapores del refrigerante o del lubricante del acondicionador de aire. Estos vapores podrían irritar los ojos, la nariz y la garganta. Además, para razones relacionadas con la protección del medio del ambiente, se recomienda utilizar aparatos de recuperación/reciclado/recarga cuando se quite el R-134a del sistema de acondicionamiento de aire. Si los vapores salen accidentalmente, airear el área de trabajo antes de empezar de nuevo a trabajar.
• No efectuar pruebas de presión o de pérdidas para el aparato de mantenimiento R-134a y/o para el sistema de acondicionamiento de aire del vehículo utilizando aire comprimido. Se ha comprobado que con presión elevada, la mezcla de aire y R134a puede incendiarse. Las mezclas que se incendian pueden causar lesiones graves y daños a los objetos. Los fabricantes de refrigerante pueden proveer informaciones suplementarias para la salud y la seguridad.
• No dejar que el refrigerante caiga cerca de fuego o fuentes de calor. Si el vapor del refrigerante entra en contacto con fuego o fuentes de calor (como cigarillos y calefactores) se puede producir un gas venenoso. En caso de que se efectuen procedimientos que pueden producir pérdidas de refrigerante, apagar o alejar las fuentes de calor anteriormente mencionadas y mantener una aireación adecuada.
• Manejar el líquido refrigerante es peligroso. Una gota de refrigerante sobre la piel produce congelación localizada. Cuando se maneje el refrigerante ponerse guantes y gafas de protección. En caso de contacto con los ojos, limpiarse de inmedianto con agua y consultar a un doctor.
• El depósito del refrigerante está bajo alta presión. El calor puede causar su explosión y por consecuencia pedazos de metal y salpicaduras de refrigerante pueden causar lesiones graves. Conservar el refrigerante a temperaturas inferiores a 40 °C (104 °F).