T
Triticale
Guest
Qué ilusión me ha hecho, he encontrado un archivo de Word donde estaba la experiencia que tuve en Alemania con un Serie 1 y que publiqué en el foro antiguo. Ninguno de los dos esta ahora a la venta, pero seguramente las sensaciones sigan siendo válidas... ahí va:
Sí, efectivamente, he sido un poco infiel a nuestro M3 y he conducido un par de días un BMW 118i por carreteras alemanas. Tengo que decir que no ha habido amor, más bien ha sido algo puntual y pasajero.
Empiezo por lo que me ha gustado: tiene un buen aplomo, el cambio también es muy preciso y con un tacto muy bueno, salvo la marcha atrás que requiere acostumbrarse. Me ha gustado el poder cambiar los modos de conducción y también la pantalla. La pantalla es similar en manejo (por dial y botones tras la palanca de cambios), igual ubicada, parecida, pero a años luz de la de Mazda, la de BMW tiene muchas más funcionalidades, mejor estética, gráficos muy cuidados... me ha gustado.
También me ha gustado la gestión que hace automática del motor, o al menos me ha parecido curioso que al reducir te acelera el motor las revoluciones exactas para que sea una reducción suave. De manera manual eso lo hago yo siempre que reduzco para aumentar potencia, como en un adelantamiento, pero no cuando quiero decelerar el coche, y el BMW me ha parecido que lo hace siempre y la impresión es que cuando quieres reducir velocidad no tiene tanta retención. Ahora, cuando lo que quieres es reducir para dar el pisotón, viene de perlas.
Me ha gustado la información del salpicadero y la pantalla inferior, que no se percibe como tal, pero te da mucha información.
Ahora lo que no me ha gustado, o mejor dicho, las cosas que en mi opinión el Mazda tiene mucho mejor:
¡El motor! Maldita sea, el caso es que ahí había caballos (136 se supone), pero no tenían brío. Notabas que el coche cogía velocidad pero no había garra. Aaaamigo, cuando llego a casa y miro las especificaciones, ¡pero si era un tres cilindros! Nada que ver, la sensación del 2.0 con sus humildes 120 caballos (pero qué purasangres) no se le parece en nada. Con mi M3 siento ese empujar diferente, esa garra sostenida, esa retención poderosa cuando relajas las espuelas (se me está yendo un poco). Por resumir, me quedo con mi 2.0 atmosférico de aquí a Lima.
Tampoco me ha parecido mejor el acabado del coche. Parece todo más robusto, pero veo al Mazda más refinado y bonito de acabados. Veremos la vida de cada uno, eso sí.
Ah y sin contar con que me da la impresión de que el alemán traga más que nuestro nipón. El ordenador de a bordo, marcaba 7,4 l/100 km en el histórico. Y pisándole con garbo se ponía por encima de los ocho sobradamente. Cosa que Mazda se arrima, pero tampoco se va de los ocho y éste hizo 8,4 reales, bien es verdad que lo he llevado con mucha alegría (qué autopistas tienen estos teutones oiga).
La posición de conducción se me hizo rara, los pedales muy juntos el piso del coche muy alto, pero eso ya es algo subjetivo.
Creo que no me dejo nada, ha sido un affaire muy corto solo 300 km, casi todo en autopista de tres carriles, pero ahí lo dejo.
Sí, efectivamente, he sido un poco infiel a nuestro M3 y he conducido un par de días un BMW 118i por carreteras alemanas. Tengo que decir que no ha habido amor, más bien ha sido algo puntual y pasajero.
Empiezo por lo que me ha gustado: tiene un buen aplomo, el cambio también es muy preciso y con un tacto muy bueno, salvo la marcha atrás que requiere acostumbrarse. Me ha gustado el poder cambiar los modos de conducción y también la pantalla. La pantalla es similar en manejo (por dial y botones tras la palanca de cambios), igual ubicada, parecida, pero a años luz de la de Mazda, la de BMW tiene muchas más funcionalidades, mejor estética, gráficos muy cuidados... me ha gustado.
También me ha gustado la gestión que hace automática del motor, o al menos me ha parecido curioso que al reducir te acelera el motor las revoluciones exactas para que sea una reducción suave. De manera manual eso lo hago yo siempre que reduzco para aumentar potencia, como en un adelantamiento, pero no cuando quiero decelerar el coche, y el BMW me ha parecido que lo hace siempre y la impresión es que cuando quieres reducir velocidad no tiene tanta retención. Ahora, cuando lo que quieres es reducir para dar el pisotón, viene de perlas.
Me ha gustado la información del salpicadero y la pantalla inferior, que no se percibe como tal, pero te da mucha información.
Ahora lo que no me ha gustado, o mejor dicho, las cosas que en mi opinión el Mazda tiene mucho mejor:
¡El motor! Maldita sea, el caso es que ahí había caballos (136 se supone), pero no tenían brío. Notabas que el coche cogía velocidad pero no había garra. Aaaamigo, cuando llego a casa y miro las especificaciones, ¡pero si era un tres cilindros! Nada que ver, la sensación del 2.0 con sus humildes 120 caballos (pero qué purasangres) no se le parece en nada. Con mi M3 siento ese empujar diferente, esa garra sostenida, esa retención poderosa cuando relajas las espuelas (se me está yendo un poco). Por resumir, me quedo con mi 2.0 atmosférico de aquí a Lima.
Tampoco me ha parecido mejor el acabado del coche. Parece todo más robusto, pero veo al Mazda más refinado y bonito de acabados. Veremos la vida de cada uno, eso sí.
Ah y sin contar con que me da la impresión de que el alemán traga más que nuestro nipón. El ordenador de a bordo, marcaba 7,4 l/100 km en el histórico. Y pisándole con garbo se ponía por encima de los ocho sobradamente. Cosa que Mazda se arrima, pero tampoco se va de los ocho y éste hizo 8,4 reales, bien es verdad que lo he llevado con mucha alegría (qué autopistas tienen estos teutones oiga).
La posición de conducción se me hizo rara, los pedales muy juntos el piso del coche muy alto, pero eso ya es algo subjetivo.
Creo que no me dejo nada, ha sido un affaire muy corto solo 300 km, casi todo en autopista de tres carriles, pero ahí lo dejo.