U
Usuario eliminado 471
Guest
La crisis a la que se enfrenta la industria del automóvil por la pandemia del Covid-19 ha dividido en dos grupos a los fabricantes: los que piden una revisión en las fechas de las regulaciones de emisiones de la Unión Europea y los que piensan que hay que mantener el rumbo.
La paralización prácticamente total en la actividad económica que está provocando la pandemia del coronavirus ha provocado un cisma en la industria del automóvil. Mientras la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) solicitó la semana pasada retrasar los objetivos de emisiones de CO2 de la Unión Europea, los grandes grupos alemanes (BMW, VAG y Daimler) no quieren que se produzca ninguna demora, una postura que también apoya la ONG Transport & Environment. Sin conocer todavía los efectos a largo plazo de la pandemia sobre la industria, la discusión está servida.
El pasado 1 de enero entró en vigor la nueva normativa de emisiones de la Unión Europea. Unas medidas calificadas como claves para la reducción de las emisiones en el sector del transporte en Europa. En ella se especifica que el objetivo de emisiones promedio de CO2 para la flota conjunta de cada fabricante es de 95 gramos de CO2 por kilómetro en 2020. Ellos, la puesta en marcha puede suponer el pago de multas extremadamente cuantiosas en caso de no cumplirse: una sanción equivalente a 95 euros por cada gramo de CO2 que exceda el límite, multiplicado por cada uno de los coches que se vendan en 2020 y 2021, que es el periodo de transición de dos años acordado.
Fuentes HE
La paralización prácticamente total en la actividad económica que está provocando la pandemia del coronavirus ha provocado un cisma en la industria del automóvil. Mientras la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) solicitó la semana pasada retrasar los objetivos de emisiones de CO2 de la Unión Europea, los grandes grupos alemanes (BMW, VAG y Daimler) no quieren que se produzca ninguna demora, una postura que también apoya la ONG Transport & Environment. Sin conocer todavía los efectos a largo plazo de la pandemia sobre la industria, la discusión está servida.
El pasado 1 de enero entró en vigor la nueva normativa de emisiones de la Unión Europea. Unas medidas calificadas como claves para la reducción de las emisiones en el sector del transporte en Europa. En ella se especifica que el objetivo de emisiones promedio de CO2 para la flota conjunta de cada fabricante es de 95 gramos de CO2 por kilómetro en 2020. Ellos, la puesta en marcha puede suponer el pago de multas extremadamente cuantiosas en caso de no cumplirse: una sanción equivalente a 95 euros por cada gramo de CO2 que exceda el límite, multiplicado por cada uno de los coches que se vendan en 2020 y 2021, que es el periodo de transición de dos años acordado.
Fuentes HE