Igual y puedo ayudar por aquí. He tenido bastante tiempo un G y pasé a un X al llegar a un acuerdo con el concesionario. El punto es que me dejaron un automático para un fin de semana, con el X, y salvo por el cambio que no me gustó nada, el motor me convenció. Me daba ese puntito de más que te asegura hacer adelantamientos en el menor tiempo posible. No recuerdo si fué en este foro o en el anterior donde puse mis sensaciones en esta prueba, fue por febrero en unas fechas horribles de clima con mucho aire y nieve. Lo que puedo decir tras otros 4.000 en el X que tengo ahora, hasta unas 3.000 vueltas es similar, un poco más lleno y con más par en bajas, pero un consumo menor. A partir de 3.500/4.000 el motor cambia, y sobre las 4.500 la diferencia es bastante acusada, es ahí donde el motor empuja de verdad. ¿El problema que tiene? Como en el G, al ser tan lineal el motor y no tener la típica patada de los turbos sumando el hecho del aislamiento acústico, parece que no anda. Es solo la sensación porque una vez miras la velocidad te das cuenta que debes levantar el pie.
En cuanto a consumos, con las mismas condiciones de conducción y demás, el G lo dejé con 6.7 de media (sin preocupaciones y dandome alegrías de vez en cuando). El X de momento lo llevo en 6.2 con el mismo estilo y mismos trayectos. No obstante, aún le falta por soltarse al motor, y bajará unas pocas décimas para quedarse por debajo de 6 seguramente.
¿Lo mejor de todo? Olvidarse de números y datos técnicos y probar cada combinación al menos 30 minutos en un recorrido habitual que se conozca y haga diariamente. Si puede ser más mejor. Una vez pruebes ambos decides, no existe mal coche/motor, pero si existe mala decisión por precipitarse o no probarlos adecuadamente. Yo lo cambie porque hago mucha secundaria y el X me da un plus de seguridad que con el G no tenía.